SACaventuras.

Esta historia se basa en 3 chicas que tienen que luchar por salvar el mundo de bombas, guerreros, etc. Y poco a poco van conociendo a mas gente que les va a ayudar en su gran aventura.

miércoles, 23 de julio de 2014

Cap. 5 EL SECRETO DE LA NOCHE A LA LUZ DE LA LUNA LLENA


Capitulo 5

EL SECRETO DE LA NOCHE A LA LUZ DE LA LUNA LLENA


*.*.*

Mire para atrás cuando ande un poco pero, cuando me gire ya no estaba.

Me entristecí un poco, pero luego me acorde de que lo podía ver cuando quisiese y me animé.

Enseguida fui con mis amigos, los cuales estaban sentados en forma de círculo.

-¡Chicos!

Cuando fui corriendo hacia ellos, sentí un fuerte golpe en la cabeza, y en seguida me acuclille poniéndome las manos en la cabeza quejándome por el dolor.

-¡Tu eres tonta o que te pasa, Alba!

Mire hacia atrás y vi que la que me estaba gritando era Cloe, muy cabreada al parecer.

-Cloe…

-¡Estábamos muy preocupados tonta! ¿Dónde te habías metido?

-Pero si solo he estado…-me quede un momento pensativa pero seguí hablando- unas cuantas horas…-esta vez lo dije murmurando la frase.

Mientras Cloe me daba el sermón todos los presentes me miraban, y yo me entristecí un poco al pensar que estaban tan preocupados por mí.

-Y ahora la pregunta del millón… -Esta vez era Sara la que empezó a hablar- ¿Dónde demonios estabas?

Yo empecé a pensar y pasados unos segundos reaccioné completamente y no quise decir el escondrijo secreto donde se hallaba ese misterioso chico/ héroe que me salvó la vida ante un aterrador monstruo.

-Em…-mire la herida del brazo- me caí y me corte el brazo con una rama mientras iba andando y quede inconsciente.

-Yo no me lo trago Alba- mierda Sara, por que tuviste que nacer tan intelectual.

-¿A no?

-No

-Bu- bueno… ¿y porque no nos echamos una siesta? Y-yo estoy un poco cansada- empecé a sonreír falsamente mientras ellas me interrogaban.

-Bueno… pero luego nos lo dices- yo me quede con la misma cara de antes y empecé a caminar hacia el lugar donde me llevaron cuando me desmayé.

-Sara no creo que le debamos de presionar demasiado, ¿está bien no? ¡Pues ya esta! ¿Para que complicarse la vida en interrogarla?- dijo Cloe con una gran calma en su cuerpo y rostro.

*.*.*

Estaba en la caseta con las manos en la nuca y tumbada en un saco de dormir con el kawaii kimono puesto, me encantaba. ¿Por qué no llevamos esto en todos los países? Era tan cómodo…

¿Por qué no me haces caso, Alba?

¿Quién eres?

Lo descubrirás según el paso del tiempo… pero hasta entonces necesito que vayas a donde el cazador de monstruos y le investigues…

Despierto.

Aquella voz otra vez… ¿Por qué a mí? Necesitaba descansar sin ninguna pesadilla en medio, pero, ¿Cómo?

*.*.*

Me reuní con los demás y al parecer había descansado un rato, bueno, algo es algo ¿no?

De repente mire a todos uno en uno y me pregunte: ¿Qué hay de la nota del árbol?

-Chicos… ¿qué hay del mensaje?

-No---

-No había nada escrito, era ese árbol pero no había absolutamente nada –al principio Julián iba a hablar pero luego fue interrumpido por el ahora serio Katuro. ¿Desde cuándo era tan serio?

Espera un momento…. ¿Ha dicho que en el mensaje no había nada?

-Pe- pero, ¿cómo?

-Cuando te desmayaste ya habían desaparecido las letras azules.

Y después de eso solo había un molesto e incómodo silencio.

Los odiaba.

*.*.*

Después de media hora o tal vez más, eran las 12:00 de la noche y todos dormían excepto yo. 
Tenía miedo. Pero después de 5 minutos silenciosamente me fui en dirección al centro del 
bosque.

Cuando me adentre en el bosque estaba más alerta que los gatos cuando hay pescado de por medio. Y aparte de eso es que iba desarmada, esto es, sin ninguna jodida navaja, ni un jodido cuchillo… nada lo único que llevaba puesto era mi ropa.

Llevaba más de 10 minutos andando, y por un momento pensé que me había perdido en medio del bosque en la oscura noche con todos los monstruos que había merodeando por allí y lo más gracioso era que los únicos que sabíamos de la existencia de esos bichos éramos el caza monstruos y yo.

-E- una voz me llamaba pero yo seguía tan alerta que ni me enteraba.

-¡E tu! –tengo nombre joder.

- ¿E?- me gire pero no había nadie.

-Aquí arriba- mire hacia arriba y en ese mismísimo instante vi al caza monstruos aquel chico misterioso que me salvo con una katana de las buenas, creo.

-Oh, hola ahora me dirigía a…

-Lo sé- me interrumpió. El estaba haciéndose el listillo mientras él estaba tumbado con su katana tallando algo. Mientras yo me quedaba un poco molesta ante el comentario que había hecho –por eso he venido a buscarte, ven.

-¿Cómo?- y de repente apareció de la nada detrás de mí. Gemí por el susto que me había dado.

- Vamos súbete- se giro indicando que me subiera a su espalda.

- N- no quiero

-Pues dame la mano- dijo serio.

Le iba a dar la mano cuando me la cogió por sorpresa, y él mientras agarraba mi mano alzó su katana y ésta se transformó en una katana con alas gigantes de color negro.

Me impresiono muchísimo.

Cuando estaba quieta con la boca un poco abierta ante aquella supuesta arma, el tiró de mi e hizo que me sentara en la larguísima katana haciendo que le abrazara al comenzar el vuelo.

-Que bien que hallas venido a estas horas siempre suelo montar en mi katana y empiezo a volar, pero ahora quiero que lo veas tu en persona, ahora no hace falta que te lo cuente. –el miraba hacia adelante y sonreía un poco mientras yo le miraba atentamente y escuchaba sus ahora dulces palabras- vamos a ir a la playa y si quieres mañana a las 5 puedes ir con tus amigos. No me importa si vais total solo es un sitio aislado de los reapers.

-¿Reapers?

-Sí, así se les llama a los monstruos de aquí.

-¿Y… tu y yo somos los únicos que sabemos acerca de los “reapers”?

-Sí, o al menos eso creo.

-Mira ahí abajo, esta parte de la playa es increíble-miré y se veía una pequeña pero acogedora playita con palmeras llenos de cocos y habían 4 palmeras llevaban una hamaca pero lo más bonito era la claridad del mal a la luz de la luna llena, era… como decirlo… increíblemente especial.

-Si quieres podemos cambiar el horario de mañana a pasado mañana si te apetece.


-¿Mm…?

-Por lo de cazar monstruos.

-¡oh, vale pero, solo si vas a estar en la playa con nosotros!- dije con voz juguetona.

-De acuerdo.

-Pero sin sorpresas- en un momento inesperado cuando termine de hablar me sonó un tic en la cabeza- ¿oye y cómo te llamas? Si antes no me lo habías dicho supongo que ahora me lo dirás ¿no?

-Bueno, si eso es lo que quieres aré una excepción- tardo un poco en contestar pero al final contestó- pero, antes dime tú tu nombre.

-Bueno… vale, soy Alba, Alba Mineblue.

-Kazuo, Kazuo .R- me sorprendí pero por poco tiempo.

-Bonito nombre-dijimos los dos al unísono.

-Gracias- dijimos los dos de nuevo.

Pero en ese instante, nos atacó un reaper volador de 6 metros por lo menos.

*.*.*

¡Pues hasta aquí el capítulo de hoy amigos, espero que os haya gustado! ¡¡¡Comentad y disfrutad!!!

jueves, 10 de julio de 2014

Capítulo 4. Sentimientos Aterradores

Capitulo 4

SENTIMIENTOS ATERRADORES


*.*.*

Estaba asustada ante las palabras de aquel misterioso ninja. Cuando todos empezamos a andar hacia aquel misterioso mensaje, algo hizo que parara. Me quedé inmóvil, me costaba respirar. De repente, empecé a oír una voz en mi cabeza diciendo unas palabras que hacían que tuviera escalofríos por todas partes. 
En ese instante, oí la voz:

*Cura. Daemones. Id quod volunt credunt. Cura. Daemones. Id quod volunt credunt…*

Esa frase no paraba repetirse una y otra vez, hasta que me caí al suelo de rodillas. Aquella voz me llegaba una y otra vez en un susurro.

Escupí sangre. Estaba hiperventilando. Intentaba respirar pero no podía, mi vista se nubló y me desmayé.

-¿Quieres irte a casa?

Estaba en un tipo de lago oscuro nadando. Tenía miedo.

-No sé que hacer…

-¿No tienes miedo?

-Vete…

-Claro, tienes miedo…

-¡No! Por favor vete…- empecé a llorar- déjame en paz… por favor…

-Te matare, Alba Mineblue…

Una imagen apareció en frente mío. Me asuste mucho y aquello se acercaba cada vez mas.

-¡¡¡Aaaaaaah!!!- me desperté- ¿d-donde estoy?

- Alba, ¿estás bien? ¿Qué ha pasado?- me dijo Sara con voz suave y bajita.

-…-Sara me hablaba pero después de haber recordado lo que había “soñado” me calle, y no volví a hablar.

Miré a mi alrededor para localizar a los demás. No los encontré. Entonces miré a Sara y ella, al parecer, entendió lo que quería decir mi rostro.

-Están haciendo una competición de subir al árbol más grande antes- me dijo sonriente.

Yo le mire sorprendida, y ella me llevo donde los arboles. Eran tan grandes que daba la sensación de que tocaban el cielo.

Empecé a sentir la boca y la barbilla secas, por lo que me toqué la  parte de debajo del labio. Tenía algo rojo y seco. Me di cuenta de que era la sangre seca que había escupido anteriormente. Me limpié un poco con la mano y mire hacia arriba para ver si estaban el ninja (cuyo nombre no sabía), Cloe, y Katuro. No los veía.

-¡¡Cuidado!!- oí un grito y enchine los ojos para ver mejor a la persona que estaba gritando.
Seguía mirando, y en un instante vi a la persona, pero cuando me quise quitar, ya era demasiado tarde, porque esa persona estaba a unos pocos metros de mí.

Tenía los ojos cerrados porque me daba miedo saber si era el ninja quien estaba encima de mí. Al parecer la persona se había movido antes de que yo abriese los ojos. Y entonces, los abrí muy lentamente.

Era Katuro (como no). ¿Por qué siempre él? ¿Tenía algo en contra mía? Bueno, solo sé que estaba demasiado cerca de mi cara. Me quede inmóvil, (otra vez) no sabía que decir o que hacer. Pero él en un instante reaccionó.

-¡Alba! ¿Ya estás bien? ¿Qué te había pasado?- a la mierda eso de no poder hablar.

-P-pues…-mierda, me cuesta hablar (¿porque siempre a mi?)- me cuesta explicarlo…

-No deberías de forzar demasiado a Alba, Katuro, aun sigue débil- dijo Sara.

-¡Eso! ¡Y quítate de encima chaval!- y Cloe va y le pega una patada.

-¡Cloe! C-como has bajado del…

-Julián me ha bajado.

-¿Julián?

-Sip, es el nombre del ninja.

-Si... - parecían muy amigos Cloe y Julián, como si se conocieran de toda la vida.

El misterioso ninja llamado Julián, tenía pelo pincho de un tono peculiar de azul, era alto y tenía ojos dorados.

Katuro y Julián chocaron puños mientras yo estaba algo confusa, en ese mismo instante pensé que me había quedado inconsciente durante más de una semana, pero no fue así, entonces recordé todo aquello que me había pasado mientras dormía, y empecé a temblar automáticamente. Mire abajo, poco a poco se me empezó a nublar la vista de nuevo.

-¡Alba!-miré- ¿te vienes a subirte al árbol?- Cloe me pregunto.

Negué con la cabeza y sonreí forzadamente para que no se preocuparan por mi pálida piel.

-V-voy a dar un paseo por el bosque, creo que me siento un poco débil y necesito que el aire me dé mientras paseo…-Solté una risa nerviosa. Mierda. Creo que me van a descubrir.

-Vale- eh?- ¿quieres que te acompañemos?

-No, gracias estaré bien, tranqui- sonreí y me fui.

Al parecer no levante ninguna sospecha, al menos, de momento.

*.*.*

Todo a mí alrededor me parecía muy seco y sin color. Lo único de animal que había allí eran los depredadores que habitaban en esa zona. Yo solo pensaba en escapar de allí, irme a casa y pegarme una ducha calentita lo más rápido posible.

Esta vez, veía algo raro en la niebla y entre los árboles, no sabía que era. Me acerqué. Parecía un animal. 

Cuando parecía que veía mejor lo que era, me tensé, tenía que salir de allí como fuese, por lo que di un paso hacia atrás, pero por desgracia pise una piña y mire hacia aquel “animal”.

Estaba completamente horrorizada, y cuando me fije en los ojos de aquello, me di cuenta de que me estaba mirando. Me tensé todavía más y empecé a correr todo lo rápido que pude. Me caí por culpa de un maldito árbol caído y mi quimono, al parecer, se engancho a una rama de aquel árbol. No podía sacarla, estaba atrapada.

En un momento no oía nada como si no hubiese nada, pero entonces aquella cosa se asomo y se puso encima del árbol, y entonces, lo vi, vi el rostro del “animal”.

No era un animal, tenia ojos verdes, dientes enormes y afilados y unas garras tan grandes como mi cabeza, demasiado alto media como 2 metros y algo más.

Mientras yo estaba inmóvil en el suelo mirando fijamente a aquel monstruo, éste me atacó con sus garras dándome en el brazo. Gemí y me caí al suelo debido al dolor. Parecía que me iba a atacar otra vez pero en aquel momento, una espada voladora apareció, y se dirigía hacia el monstruo.

Lo partió por la mitad.

Mi vista se nublaba cada vez más, y el cuerpo me ardía, sobre todo en mi brazo. Mi última visión antes de desmallarme por el dolor fueron unas pernas, y noté cómo me cogían en brazos. Después, todo fue negro.

*.*.*

Me desperté. No me sonaba nada este sitio. Me levante suavemente con los dos brazos, y en ese momento me di cuenta de que tenía el brazo mal y de que me empezaba a sangrar otra vez.

-Cuidado, no deberías de forzar mucho el brazo.

-¿Qui- quien eres?-dije un poco asustada.

-El que te ha salvado el pellejo.

-¿eh?

-Je. Eso es información confidencial. No te puedo decir quién soy.

No le podía ver, lo único que veía era unos ojos azul cielo brillando en una oscura sombra de un rincón. Y ahora que lo pensaba, ¿donde leches estaba?

-¿Dónde estoy?

-En una cabaña en el centro del bosque.

-¿E-en el centro?

-Sep. ¿Oye, quieres una taza de té?

-No se…

-O vamos, ¿no te fías de mí?

-Pues no.

-Venga solo quiero que te cures… si te tomas el té, te dejare venir aquí cuando tengas problemas o cosas así.

-…-lo pensé- si me gusta el té, vendré a tomarlo si no me iré.

-Okey.

Después de tomar aquel delicioso té, el chico salió de entre las sombras.

-Bueno, me voy de caza.

¬¬El llevaba una espada enorme, y aparte de su espada le vi el rostro, y vi una cara seria con unos ojos azul cielo brillante y un tono de piel muy blanco y el pelo era negro como el azabache. Aparte de su rostro y pelo también me fije en su vestimenta. Llevaba una sudadera negra con capucha puesta, pantalones verdes por encima de la rodilla y unas botas marrón oscuro.

-¿De caza?

-Se, cazar monstruos me relaja bastante.

-Guay, mola bastante. ¡Oh! ¿Y algún día me enseñaras?

-Bale empezamos pasado mañana.

-¿En serio?

-¡Claro!

Sonreí. Me levante.

-Bueno, creo que me voy ya. Creo que vendré mañana- y sonreí otra vez.

-Tenías veneno.

-¿Cómo?

-Que ese monstruo tenia veneno en sus garras.

Mire a un lado mientras me decía eso.

-Vendré mañana. Adiós.

-Espera, te acompaño. Después de todo, no sabes donde están tus amigos.

Le mire y acepte seriamente y en silencio.

*.*.*

Llegamos al lugar donde estaban todos reunidos y me despedí del chico para después irme con Cloe, Sara, Katuro y Julián.

Mire para atrás cuando ande un poco pero cuando me gire ya no estaba.

*.*.*.*.*

Os ha gustado? espero que si, gente xD bueno, comentad si quereis y segir leyendo mi historia cuando podais jeje bueno me despido bye bye ^w^

viernes, 27 de junio de 2014

SACaventuras cap 3




Capitulo 3


EL BOSQUE




 *.*.*


-Está en Japonés.
 
-¿Y que pone?
 
-Mm… creo que pone… “Sora”
 
-¿Sora?
 
-Significa Cielo.
 
-Espera, pone algo más, mira ahí detrás- se lo mostré.
 
Todos miraron atentamente al brillante cristal, le dimos la vuelta y observamos atentos. “Recolección de cristales: tenéis que hallar el lugar donde se encontrará una nota escrita en azul. Para encontrarla deberéis de buscar entre unos de los grandes árboles de un bosque. Pero antes de eso, deberéis de encontrar un ordenador. Cuando lo encontréis buscar el botón que contiene y apretadlo. ¡Comenzad!”
 
Todos nos quedamos perplejos. No sabíamos cómo reaccionar a eso. Y encima, no había más pistas. Justo en ese momento tocó la alarma del colegio y el mundo real nos golpeó como una patada.
Todos nos miramos a la cara solo para leernos la mente, pensamos en hacer pellas, pero luego todos a la vez dijimos: “no…”.
 
*.*.*
 
Katuro y yo entramos a clase, y de nuevo levantamos las sospechas de nuestros compañeros. Mire hacia abajo avergonzada por todas las miradas que nos daban nuestros compañeros. Antes de empezar la clase, las chicas rápidamente me agarraron del brazo justo cuando yo estaba sentadita en mí, ahora, comodísimo sitio. ¿No me podían dejar descansar un maldito instante? No, tenía que ser ese mismo instante.
 
Ellas empezaron a hablarme.
 
-Oye Alba, ¿cómo es que el chico nuevo y tú os lleváis tan bien?
 
-Yo quiero conocerlo
 
-Sí, y yo. -dijeron soltando una risita.
 
“Idiotas” esa era la palabra que las definía a todas y cada una de ellas. ¿Porqué les importaba tanto que yo fuera amiga de Katuro? además, no me importaba que ellas hablasen con él, pero… por otra parte, no quería que presionasen a Katuro, el era nuevo y… sabía cómo se sentía.
 
Cuando parecía que se relajaron un poco, me distancie de ellas y me fui a mi sitio, ¿Cómo era que el 
profesor tardaba tanto?, la verdad, no es que me importase mucho.
 
-Alba, mira, he hecho un mapa para cuando salgamos de clase para ir a buscar el ordenador.
 
-Shhh, no hables de eso ahora y aquí, la gente te va a oír…
-Bale –me miró sonriente. Parecía que no le importaba que le mandase a callar o que le ordenara algo… Me recordaba, vagamente, a un perro.
 
*.*.*
 
Nos encontrábamos en frente de la puerta del colegio, y también esperamos a que toda la gente se fuera para poder buscar aquel misterioso ordenador.
 
-Bien, Katuro ha hecho un mapa para ver en qué lugares…- En ese momento caí en algo- Espera, ¿y nosotras para que queremos un mapa si ya conocemos este sitio?
 
El se paso del modo sonriente al pensativo.
 
-Es verdad.
 
Todas teníamos esas gotas estilo anime en la cabeza. Pero en seguida nos pusimos a buscar el ordenador, no encontramos nada, solo piedras y palos. Hasta que uno de nosotros vió algo.
 
-Hey, chicos mirad, ¿que será este cubo?- dijo Cloe cogiendo el cubo.
 
-No sé, parece una cosa importante, y si la dejamos donde estaba, podría ser peligroso- dije algo nerviosa.
 
Katuro me observaba fijamente, y era justo lo que yo no soportaba, que me miraran fijamente a los ojos y a la cara.
 
-Espera, aquí hay un botón- y antes de que dijéramos nada, lo pulsó. Una luz demasiado reluciente y grande se mostro ante nosotros haciendo que nos tapáramos los ojos con los brazos.


*.*.*


-¿Dónde estoy?
 
Me desperté en un lugar desconocido, parecía una casa muy grande, llevaba un kimono azul celeste, una coleta arriba de la cabeza con un lazo del mismo color que el kimono. Cuando me di cuenta de lo que llevaba puesto, reaccioné.
 
-¡Hay dio mio! ¡¿Quién ha sido?! ¡Es el mejor regalo del mundo! Pero, ¿no decían que los quimonos en Japón costaban entre 5.000 yenes? Bueno, da igual, porque, ¡ahora me da igual si me lo quitan, porque ya lo he llevado puesto buajajajaja!- pare de reírme como una maniática después de 2 segundos- tío, soy rara…
 
En ese momento, me di cuenta de que estaba sola, y había mucho silencio, pero en seguida me puse a buscar por mi cuenta. En mi cabeza solo me daba vueltas un frase: “no me siento segura… no me siento segura…” se notaba que tenía miedo al no tener a nadie a mi lado. Cuando miré al suelo note un escalofrío que me corrió por la espalda, como si alguien me fuera a atacar por detrás, por lo que me di la vuelta muy lentamente, pero la persona o cosa que se encontraba detrás me toco el hombro haciendo que saltara del susto.

-¡ tenías que haber visto tu cara!-Dijo cloe riéndose a carcajadas.
 

 -Ja-ja-ja, que graciosa Cloe… ¿sabes que casi me muero del susto verdad?
 

-No me digas- Dijo, riendo aún más fuerte.
 

-Para de reírte ya, Cloe…
 

-bale bale, es que ha sido el mayor susto de la historia-Se seco las lagrimas de la risa que le habían entrado por culpa de ese desgraciado susto.
 

-Oh, por cierto Cloe, ¿sabes donde están Sara y Katuro?
 

-No, yo solo me he despertado en una habitación solitaria.
 

-Pues igual que yo entonces.
 

Las dos empezamos a buscar rápidamente, y nos relajamos según íbamos caminando por los interminables pasillos, ambas buscamos en varias habitaciones, y todas las habitaciones estaban 
vacías.
 

Entonces entramos en la penúltima sala que había, y encontramos otro pasillo, solo que esta vez aquel pasillo parecía más oscuro y más largo. Cuando Cloe y yo mirábamos fijamente al frente, vimos una cosa moverse, ambas enchinamos los ojos para intentar ver mejor, pero no hacía falta ya que aquella cosa no hacía más que dirigirse hacia nosotras.



Cloe y yo ni lo pensamos dos veces y nos fuimos pitando de allí. Mientras corríamos porque sabíamos que la extraña cosa que habíamos visto estaba justo detrás de nosotras, nos chocamos contra algo o alguien.
 
-¡Pero a ti que te pasa! ¡Déjanos pasar que hay un bicho raro…- Cloe se detuvo.
 
-Un poco de respeto, que yo también me he caído al suelo y no es que quiera estar en el suelo ¿sabéis?- Dijo una voz conocida
 
-¡Sara!- gritamos las dos a la vez. (Y por supuesto de que nos dimos cuenta de que podríamos habernos hecho el “chispas” solo que, no era el momento).
 
-¿Dónde has estado? Te hemos estado buscando por esta gigantesca casa todo el rato –dije.
 
-Primero, no es una casa, es un templo, y segundo, ¡yo también os he estado buscando! ¡¿Que creíais, que me quedaría de brazos cruzados viendo las viejas paredes de este viejo templo?!
 
-N-no…-dijimos Cloe y yo a la vez. Sara suspiró.
Entonces en ese momento por unos segundos hubo un incómodo silencio, pero, ese silencio nos ayudo para levantarnos inmediatamente ya que escuchamos un correteo por el pasillo, las tres intercambiamos miradas, pero las que más nos mirábamos éramos Cloe y yo porque que ya sabíamos quién o qué venia.
 
Todas nos levantamos en seguida, miramos hacia por donde venia el sonido y nos paramos un momento, pero, duro poco el esperar. En cuanto vimos a él “bicho” (según Cloe) salimos corriendo por todos los pasillos. Mientras corríamos, llegamos a un lindo jardín con un lago bellísimo. Seguíamos corriendo por la orilla del lago, pero yo como patosa que soy, me caí, justo cuando el “bicho” nos estaba pisando los talones, y encima es que yo era la más lenta de todas, ¿Por qué mierda me tuve que caer?
 
Entonces justo en el momento en el que me 

Entonces justo en el momento en el que me caí, casi caí en el lago pero por suerte solo me había caído en la hierba. Vi que el “bicho” estaba un pelín lejos y entonces pensé en que me daría tiempo a levantarme, pero no. El “bicho” se había caído sobre mí, y “juntos” caímos al agua.
 

El estaba cubierto de polvo, pero cuando cayó al agua pude ver su rostro, debido a que se le quito el polvo de encima, y lo vi.
 

 Me quite un peso de encima al saber que era Katuro el que nos perseguía todo el rato y que solo se podía orientar por el sonido que sacábamos, por eso no pudo ver donde me había caído.


*.*.*

Lo miraba aliviada, pero seguía teniendo los ojos cerrados, puede que le faltara el aire ya que no lo había cogido por el simple hecho de que no veía nada. Entonces lo tomé de la mano y lo lleve a la superficie para que respirara aire fresco.
 
Cuando lo llevé a la superficie tosió debido al agua que había tragado, y en cuanto abrió los ojos, dirigió su mirada hacia mí, yo le pregunte haber que tal estaba, pero se quedó callado. Después de un incómodo silencio abrió la boca.
 
-Alba…
 
-¿S-si?
 
-Tu ropa se ha transparentado...
 
Fue en ese momento cuando me aleje de él un metro después de darle un gran golpe en el brazo (como la última vez) y yo, como no, poniéndome nerviosa por el acto, tapándome con los brazos, estuve murmurando todo el jodido rato: “es solo un jodido pervertido, no se merece la muerte… es solo un jodido pervertido, no se merece la muerte…”
*.*.*
Nos pusimos a buscar después de un largo rato de planificación de donde se podría encontrar el bosque.
 

Localizamos un bosque, pero era demasiado pequeño, por lo tanto no podía ser aquel. Después, localizamos otro bosque y parecía perfecto, pero por desgracia fallamos otra vez, y así estuvimos varias horas hasta que oímos unos cuervos que venían de una maleza impresionante, parecía que solo había nubes negras para aquel bosque.
 

Nos acercamos a aquel misterioso y oscuro bosque. Cada paso que dábamos a la maleza del bosque nos ponía más los pelos de punta. Seguíamos buscando la nota, y seguíamos con los escalofríos. De repente sentimos la presencia de alguien que nos vigilaba, y oímos una rama romperse, miramos hacia atrás y vimos a un chico que iba vestido como un ninja, y se acercaba poco a poco. No nos podíamos mover, pero, Cloe no tenía mucho miedo y aunque solo fuera un poco de miedo lo que tenía, aun se podía mover. Cuando fue para intentar darle una patada, este lo esquivo y Cloe desapareció junto con él.


El supuesto ninja y Cloe aparecieron después de unos segundos detrás de nosotros.
 
-Sé lo que buscáis…-dijo el supuesto ninja en un susurro.
 
-…-no dijimos nada, solo miramos perplejos.
 
-Sé donde está lo que buscáis…-y esta vez soltó a Cloe que estaba exhausta.
 
-¿Como sabemos que podemos confiar en ti?-esta vez hablo Sara.
 
-Os diré y os guiare… si…
 
-Ya estamos…
 
-Si… me dejáis ser vuestro amigo.
 
-¿Qué?
 
-Es que… la vida en el bosque es muy aburrida…-dijo con un tono de niño-¿Aceptáis?
 
-¿Si…?
 
-Bien, seguidme…- y le seguimos. Todos teníamos cara de, este tío es raro…
 
Paramos en un árbol que parecía totalmente normal, pero cuando lo tocabas parecía metal
oxidado.
 

El ninja dio un golpe al centro del árbol y se abrió una mini puertita, y dentro se encontraba un cristalito verde donde ponía:”chikyū”
 

-Significa: “Tierra”- me dijo Sara sonriéndome.
 


-Entonces, si comparamos los dos cristales puede que el mensaje que pone en el cristal azul (recolecta de cristales) sea recolectar los 4 elementos, esto es, el: Agua, Tierra, Cielo, y Fuego. ¿No?- dijo katuro
 

-Eso parece.
 

El ninja nos aviso de que había un tipo de mensaje detrás del árbol con letra de color azul, y nosotros enseguida lo miramos atentos.